Requerimientos de temperatura, fertilización, riego y humedad de las orquídeas

Temperatura

La temperatura promedio que se encuentra dentro de una casa es adecuada para cultivar los tipos más comunes de orquídeas (Cattleya, Phalaenopsis, Paphiopedilum, Oncidium, Miltonia). En general, si la temperatura es confortable para una persona, también lo será para las plantas de orquídea. Temperaturas diurnas de 18° C (65° F) y 26° C (80° F) y nocturnas entre 12° C (55° F) y 23° C (75° F) son las más adecuadas.

Algunas orquídeas, como las Phalaenopsis, requieren la existencia de periodos con diferencias marcadas de temperatura entre el día y la noche para empezar el proceso de floración. De esta forma, si la temperatura de casa es constante y nunca fluctúa entre el día y la noche, entonces es posible tener problemas para estimular la floración en algunos tipos de orquídeas epífitas. Sin embargo, muchas son suficientemente resistentes para vivir fuera de los rangos ideales de temperatura, aunque pueden ver su crecimiento y floración disminuidos.

Fertilizante

Es importante recordar que las orquídeas epífitas obtienen los minerales necesarios para su normal crecimiento a partir del agua de lluvia que escurre por las ramas de los árboles, ésta contiene bajas concentraciones de minerales que se diluyen a medida que este líquido vital escurre por la corteza de los árboles y por la materia orgánica acumulada sobre las ramas. Debido a este modo de crecimiento, las orquídeas no son plantas que requieran grandes cantidades de nutrimentos minerales y por lo tanto deben ser siempre fertilizadas en forma corecta.

La regla debe ser: fertilizar una vez a la semana o cada quince días usando una solución muy diluida. Las orquídeas epífitas son intolerantes al exceso de sales y minerales. Por lo general la dosis es una cucharada cafetera por cada cuatro litros de agua.

Tipo de fertilizante

Usar el tipo adecuado de fertilizante es muy importante para el buen desarrollo y la floración de las plantas de orquídea epífitas. La mayoría de los sustratos usados para cultivarlas carecen de los nutrimentos esenciales para su normal crecimiento y floración.

Los sustratos orgánicos (corteza y musgo) liberan cantidades pequeñas de minerales a medida que se descomponen, pero éstos son insuficientes para una buena nutrición de la planta.

Todos los fertilizantes están constituidos por tres ingredientes principales:

  1. Nitrógeno (N), que promueve el crecimiento general de la planta.
  2. Fósforo (P), que contribuye a la floración.
  3. Potasio (K), que favorece la formación de raíces fuertes.

Estos ingredientes se mezclan en distintas proporciones porque las plantas tienen diferentes necesidades a lo largo del año. La proporción que se encuentra en un fertilizante comercial cualquiera está indicada en la etiqueta por un código de tres números, el primero corresponde al porcentaje de Nitrógeno, el segundo al porcentaje de Fósforo y el tercero al porcentaje de Potasio.

Por ejemplo, un buen fertilizante balanceado, como uno con una proporción 7-9-5 (N-P-K) es adecuado para ser utilizado en cualquier tipo de sustrato en el cual esté creciendo la orquídea.

Es notorio que cuando se suman los tres porcentajes de este código, no se obtiene 100%. Esto se debe a que la diferencia corresponde a ingredientes inertes y a minerales requeridos en concentraciones bajísimas por parte de las plantas.

Para ayudar a promover la floración de la planta se puede utilizar un tipo especial de fertilizante llamado “estimulación de la floración”, cuya proporción es más alta en Fósforo, tal como 3-12-6. Debe ser aplicado antes de la formación de las yemas florales, por lo que se requiere conocer el ciclo anual de crecimiento y de floración de las orquídeas.

Riego

El riego es otro aspecto muy importante en el cultivo de las orquídeas epífitas. Estas plantas crecen sobre árboles u otras plantas de sus hábitats naturales y obtienen la humedad desde el aire y del agua de lluvia que escurre por la superficie de las ramas. Esto significa que las raíces de las orquídeas epífitas no están nunca sumergidas en agua en su hábitat natural y que tampoco deben estarlo en la maceta en la que se cultivan.

La forma de regar a las orquídeas es, por lo tanto, un poco distinta a la de otras plantas.

¿Cuánta agua debe aplicar y con qué frecuencia?, depende de varias cosas:

  1. Qué tan seco es el ambiente donde se cultiva la orquídea.
  2. El tamaño de la maceta.
  3. El tamaño de la planta.
  4. El tipo de sustrato en el que crece la planta.
  5. El tipo de orquídea.
  6. Qué tan cálido es el clima en el que se encuentra.
  7. Qué tan activamente está creciendo la planta.
  8. Si está bien ventilada.

Por lo tanto, no es posible dar una fórmula general de riego que se aplique a todas las orquídeas. Por lo común, hay que observar las hojas y raíces de las plantas, ellas indicarán si la frecuencia y cantidad de agua de riego usado es la adecuada o no. No obstante, una regla importante de recordar es que las orquídeas epífitas toleran mejor la falta de riego que el exceso.

Es recomendable separar las orquídeas con base en sus diferentes temporadas de crecimiento, con el fin de proporcionarles el riego y la fertilización necesarios y respetar el descanso de floración de cada una.

Humedad en el ambiente

La mayoría de las orquídeas epífitas se crecen mejor en ambientes donde la humedad relativa del aire está entre 60% y 80%; sin embargo, el interior de una casa normalmente tiene una humedad entre 30% y 40%. Un hogar con calefacción, con muchas alfombras y cortinas podría llegar a tener una humedad tan baja como de 5%, lo que no es idóneo para cultivar orquídeas.

Si se pueden cultivar bien otras plantas al interior de una casa, con seguridad se podrá hacer con cualquier orquídea. Pero si la humedad del aire es un problema para cultivar otro tipo de plantas, entonces sin duda también lo será para la orquídea.

No se requiere un equipamiento sofisticado para incrementar la humedad del aire al interior de una casa. Es suficiente usar bandejas de tamaño adecuado, llenas con agua y piedrecillas, y colocarlas junto a la colección, ya que el líquido que se evapore de la bandeja será suficiente para contrarrestar el ambiente seco de la casa.